martes, 7 de abril de 2009

Guía de las nuevas relaciones

Vía e-mail, abiertas, en casas separadas... Ya no se trata de amar y punto. Conocé las últimas tendencias a la hora de formar pareja.

A veces hay que darle un giro a la relación, ¿no?
Se conocieron en un baile de carnaval, estuvieron de novios cinco años y, cuando los dos se recibieron, finalmente se casaron.
Seamos sinceras: la historia de amor de tus papás puede resultarte encantadora... pero no tenés ni media intención de imitarla. Obvio: tus prioridades son diferentes.
Además, reconozcamos que para el amor no hay fórmulas únicas ni recetas familiares que pasen de generación en generación. Por eso, cada vez son más las chicas que eligen nuevas modalidades de pareja, totalmente adaptadas a sus necesidades y preferencias. Hoy te presento una de las 7 modalidades que surgieron.
Leé y descubrí sus ventajas... y riesgos.



1- Relaciones de fin de semana
Somos chicas muy ocupadas. Llegamos a casa a la noche con cien gramos de jamón crudo en una bolsa (¿alguien tiene fuerzas para cenar otra cosa que no sea un sándwich?) y con un humor acorde a nuestro cansancio. Nuestro chico tampoco se muere de ganas de jugar al gran gourmet... y no hablamos sólo de lo gastronómico.

Aunque la convivencia suele ser considerada un síntoma de progreso en el amor y en la intimidad, llegar a casa agotadas para encontrarnos con otra persona que está igual que nosotras no es un panorama muy romántico que digamos.
Por eso es que las relaciones de fin de semana, por más modernas o desaprensivas que te parezcan, resultaron para muchas “la” solución.

¿De qué hablamos? De ver a tu chico sólo desde el viernes a la noche hasta el lunes a la mañana (o el domingo a la noche). El resto de los días podés dedicarte a trabajar full time, pasar tiempo con tus amigos, hacer gimnasia, ir de shopping, estudiar japonés o mirar Los exitosos Pells en pijama. Además, después de cinco días sin verse (¡ni tocarse!) podés imaginarte cómo son los reencuentros...
“Este tipo de opciones funciona bien en las parejas que aún no tienen hijos”, observa la psicoanalista Iris Pugliese, codirectora del Centro Psicoanalítico Argentino.
“Si la libido está puesta en el progreso laboral y no en armar una familia, las visitas de fin de semana son una opción. Habría que ver qué pasa si en algún momento una de las dos partes quiere tener hijos”.
Mientras, la relación no tiene desperdicio y es puro placer. “El encuentro se produce en un tiempo y espacio favorecedores, porque el finde es ‘el momento’ para darse los gustos: salidas, trasnoches, viajecitos, fiaca. Eso sí, te queda un casillero vacío: no sabés cómo se vincularían si la rutina y las cuestiones domésticas los envolvieran”, explica la psicóloga Claudia Martínez, directora del Centro Psicológico Asistencial.


¿Lo adoptás este modelo?


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