jueves, 30 de octubre de 2008

Subiendo la temperatura

Ellas también se tocan

Monopolio histórico de los hombres, la masturbación ahora también es cosa de mujeres: consoladores a domicilio y consejos televisivos. Un informe indispensable para saber lo que hacen "ellas" cuando dicen que "lo" extrañan.


La cita es entre mujeres de alrededor de 40 años. El lugar: el living de un departamento en algún barrio porteño. El objetivo: comprar una serie de productos que una vendedora ofrecerá, exhibirá y cuyo funcionamiento demostrará con didáctica eficacia. Su catálogo no incluye cosméticos, recipientes de plástico, bijou, ni algún sistema para potabilizar el agua en el hogar. Esta vez, el acto de comunión se genera alrededor de consoladores, vibradores, lencería erótica y otros chiches más complejos. Este ritual, antes inimaginable entre "señoras de su casa", es el "Tupper sex" y arrasa con los antiguos conceptos trazados por la corrección y los buenos modales de la clase media tradicional.


Hasta hace muy poco, que una mujer le confesara a otra –amiga, conocida, compañera de trabajo– que se masturbaba, era prácticamente inconcebible. En todo caso, el tema quedaba circunscrito al ámbito privado de los hombres, más precisamente de los adolescentes. Los chicos, meses más, meses menos, padecen esa fiebre irrefrenable que las mamás redimen cambiando las sábanas.

"Más allá de todos los mitos, prejuicios históricos y referencias bíblicas que rodean el tema, masturbarse es proporcionarse a uno/a mismo/a placer sexual. Siempre existió, existe y existirá en hombres y mujeres de ésta y de otras culturas, y es una práctica sexual de alta frecuencia entre los varones y mujeres adolescentes, pero no solamente en esa etapa de la vida: es habitual y saludable en todas las edades. Desde un bebé hasta un señor casado de 80 años", dice Diana Ressnicoff, licenciada en psicología clínica y especialista en sexología. Y agrega: "El hecho de que los hombres se masturban es algo sabido, aceptado y obvio. En cambio, entre las mujeres fue una práctica siempre oculta e ignorada. Las mujeres son más proclives a sentir culpa si se masturban. Las madres siempre han apartado la mano de su hija de la vagina con mucha más determinación que la que aplican a su hijo y a su pene".

Existe la tentación (feminista, sí) de no separar la experiencia femenina de la masculina. Pero si somos atentos se ve con claridad que tanto biológica como culturalmente las cosas no son exactamente iguales para ambos sexos. ¿Los hombres se masturban con más frecuencia que las mujeres? Diana Resnicoff dice que no: "Estudios realizados revelan que hombres y mujeres se masturban, en conjunto, con una frecuencia similar. Las diferencias vienen dadas no por el género, sino por el temperamento sexual de cada uno". Las mujeres no son silenciosas por naturaleza, sino que durante largo tiempo fueron educadas para guardar silencio, obedecer y dar placer sin importar cuánto y cómo recibían. La pregunta del millón es cuánto y cómo estas pautas culturales se están modificando.

A juzgar por la inundación mediática sobre el tema, mucho. Samantha, de Sex & the City, se la pasa consolándose y las chicas de Cosmopolitan parecen haber descubierto la pólvora. Con el programa de Alessandra Rampolla a la cabeza, en el que las charlas giran alrededor de la masturbación, la importancia del tamaño del pene y los juguetes sexuales, una hueste de series de tevé, documentales y talk shows atraviesan el tema desde un punto de vista didáctico e informativo: en Escuela de sexo, de Cosmopolitan tv, se aborda, con mirada femenina, cuáles son los consejos sexuales que los hombres desconocen para satisfacer a las mujeres. En Sex Files, del mismo canal, exploran el pasado, el presente y el futuro del sexo alrededor del mundo. Con un planteo menos didáctico y una estética más hardcore, Sin Cities, en fx, es una serie que se propone mostrar "el pecado en distintas ciudades del mundo".

Un poco más allá de la pantalla chica y más cerca de la realidad, las estadísticas confirman que algunos tabúes están empezando a resquebrajarse. Según fuentes de la industria, en el último año las ventas de juguetes sexuales crecieron un 50 por ciento y los sex shops, que ofrecen dentro de sus servicios catálogos por internet y delivery de productos las veinticuatro horas, proliferan.

Virginia Brandi es actriz y trabaja como consultora en la empresa Sexto Sentido, dedicada a organizar reuniones durante las cuales, con la misión de aflojar a sus oyentes y posibles compradoras, desarrolla juegos, shows y charlas. "Se trata de relajarlas, porque al principio están tensas", explica. "En general lo primero que mostramos es cosmética, lencería y, como frutilla de la torta, los juguetes." ¿Cuáles son los productos con más salida? "Lubricantes, anillos (se colocan alrededor del pene y, por medio de vibraciones, lo estimulan a la vez que estimulan también el clítoris de la mujer), perfumes con feromonas y, en los últimos meses, crece la demanda de disfraces." Una vez que se rompe el hielo, las chicas suelen dejar los remilgos y se entusiasman con la posibilidad que les brinda hablar –nunca mejor utilizado el término– a calzón quitado.

Cecilia tiene 38 años, es licenciada en Ciencias de la Educación y trabaja como vicedirectora en un jardín de infantes. Está casada desde hace quince años, tiene dos hijos y confiesa, no sin cierto pudor, que nunca supo cómo masturbarse. "No sé cómo se hace. Lo intenté varias veces, puedo tocarme durante mucho tiempo, pero no llego al orgasmo, la única manera es teniendo relaciones sexuales con mi pareja y sólo por medio de la penetración." Sus compañeras de shopping la miran azoradas. ¿Nunca?

Los juguetes eróticos ayudan a explorarse e intensifican el placer, tanto en solitario como en pareja. Lucía, de 30 años, toma impulso y se anima: "Yo tengo orgasmos en el colectivo" ¿Cómo? "Algunas veces, cuando el viaje es largo, empiezo a fantasear. Muchas veces, aunque nunca tuve una experiencia real con ninguna, me imagino teniendo sexo con otra mujer. Con eso sólo y el ronroneo del motor, acabo."

Las variantes para la estimulación son muchas. Algunas eligen tocar con sus dedos la zona que rodea el clítoris, otras lo estimulan directamente. "El 73 por ciento de las mujeres que se masturban lo hacen acostadas (o en el baño) y con las piernas abiertas, un 10 por ciento lo hace boca abajo y con las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, la envoltura de las sábanas o subida sobre algún peluche", especifica la doctora Resnicoff. "Igual –aclara–, no existe una manera ‘correcta’ de masturbarse. Cada mujer tiene una anatomía diferente y una manera distinta de percibirse psicológicamente a sí misma, por lo que cada una desarrolla espontáneamente su propia forma, aun usando la misma técnica." Están las manos, los dedos, frotarse, jugar a evocar imágenes mientras todos miran pero nadie sospecha. Pero si, además, existe un adminículo del tamaño de la yema de un dedo, que vibra y cuya intensidad se puede regular y sirve para estimular el clítoris... ¿por qué no?

Aunque, como le ocurre a Cecilia, muchas mujeres todavía no conocen las posibilidades que les brinda su propio cuerpo de experimentar placer, lo cierto es que la autoestimulación ayuda a reconocer cuál es su manera y su tiempo propio; les enseña a ser sexualmente activas, independientes y, en caso de aquellas que están en pareja, les otorga el poder de guiar y ayudar a su compañero para que las conozca. ¿Acaso hay mejor regalo que la llave capaz de abrir la compuerta de nuestro deseo? Aquellos que pregunten a su pareja sexual acerca de sus gustos y preferencias y reciban a cambio una respuesta certera: "acá, así", sabrán reconocer las virtudes del diálogo. Y para hablar, hay que saber.

(Nota publicada en la revista "Brando")


domingo, 26 de octubre de 2008

Secretos del corazón

A mediados del siglo XX la lectora de novelas románticas se retrajo, se volvió solitaria, empujada a no compartir su gusto por este género, dados los prejuicios sociales y culturales que lo condenaban. Estos prejuicios se originaron en dos fuentes casi opuesta e igualmente poderosas: una de tipo conservador, que censuraba las referencias directas o indirectas al amor físico, y otra de tipo vanguardista, que, al promulgar nuevos principios filosóficos, la calificaba como "literatura meno" por mantener el esquema de heroína virtuosa, héroe caballeresco y final esperanzador.

De igual modo las lectoras continuaron leyendo estas novelas en las sombras, ocultándose, cubriendo las tapas de los libros, deseando, quizás, comentarlas sin atreverse, yendo contra la corriente, infringiendo códigos, pero sobre todo, sintiendose incapaces de abandonar el "vicio" de la lectura de este tipo de historias.

Leer novelas de amor ayuda a volar y a soñar, a salir de la rutina y de un mundo donde la injusticia, el dolor y la indiferencia parecen las reglas, donde el sacrificio y la nobleza no se premian. La lectora de estas novelas no se identifica con la heroína sino con su plenitud, con su experiencia hacia la armonía, hacia el orden, hacia el amor. Y busca revivir esta experiencia una y otra vez, de modo incansable, quizá porque adhiere al aforismo:"Soñar no esta prohibido, lo que está prohibido es no hacerlo". Finalmente la lectora de este género es tan apasionada como las historias que lee.

Alguna vez leíste un novela romántica o de otro género ocultando su tapa por verguenza? Leíste a escondidas? Qué libro era y cuándo lo hiciste?

miércoles, 22 de octubre de 2008

El amor en voz baja

Esta semana, como ves estoy de pocas palabras. Será claridad, poder de síntesis, o alguna otra razón que, ahora, no quiero investigar demasiado.

Hay una pregunta que, estoy segura les hacemos todas las mujeres en voz baja e internamente a nuestra pareja, novio, amante, marido, y ellos nunca la escucharán:




¿Me amás?
Una "Lady" necesita siempre contar con eso, ¿sabías, no?





lunes, 20 de octubre de 2008

One Question


¿Los Secretos son para ser contados?

jueves, 16 de octubre de 2008

Un amor único

En "La Ceremonia del Adiós", el libro donde describe el fin de su compañero por 51 años, el filósofo Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir recuerda: "A veces se le escapaban palabras extrañas.

Una mañana, al darle la medicina, me dijo: Es usted una buena esposa".

Desde el pacto que suscribieron en 1929, cuando le propuso ser su "amor necesario", central, esa palabra había quedado proscrita. Sartre le dijo que necesitaba ser libre, polígamo, aunque después su "dulce maridito", su "querido pequeño ser", ofreciera matrimonio --casi siempre a sus espaldas-- a varios de sus "amores contingentes", accesorios.

Ella era tres años menor, dos centímetros y medio más alta que Sartre, y creía en la libertad individual, pero sufría sus ausencias y vivía con "agonía" algunos de sus romances.

Ambos disfrutaban las novelas de detectives, eran escritores compulsivos y gozaban ejercer la "transparencia" en su relación, una franqueza sexual que se reflejaba en sus cartas.

Pensaban que, al no tener secretos, no sentirían celos.

A Sartre siempre le gustaron las mujeres jóvenes; Beauvoir se relacionó con hombres, pero también vivió episodios apasionados con algunas de sus alumnas, varias de las cuales compartieron.

Fue un 14 de octubre de 1929 cuando perdió la virginidad en la cama de Sartre. Desde el inicio de su relación, Beauvoir experimentó a su lado la "felicidad perfecta": discutían los postulados existencialistas del filósofo, corregía cada uno los escritos del otro.

"Sabía que no existía desgracia que me pudiese venir de él, a menos que muriese antes que yo", escribió Beauvoir.

En 1941, cuando Sartre volvió de la guerra, tuvo que aceptar que ya no la deseaba. Buscaba otras conquistas. "Más que amor, era una amistad íntima. No había demasiada pasión", le escribió la filósofa sobre su relación a uno de los hombres que más amó, el escritor Nelson Algren.

Beauvoir fue amante, administradora y enfermera de Sartre; su gran cómplice intelectual, pero según el historiador Paul Johnson, también su esclava.

"En los anales de la literatura, hay pocos casos peores de la explotación de una mujer por un hombre", afirma en Intelectuales.

En 1965, Sartre adoptó legalmente y en secreto a uno de sus amores, Arlette Elkaïm, a quien conoció cuando tenía 19 años. A su muerte le heredó todo, incluso los derechos sobre su obra.

Pero a juzgar por sus palabras, lo que más respetaba, Sartre sintió también por Beauvoir un amor único. A ella fue a quien formuló siempre sus ideas porque era la única en quien confiaba, "la única con el mismo nivel de conocimiento de mí mismo", "mi única verdadera fortuna".

Sartre fue decisivo en su carrera: la animó para que escribiera su primera novela, La invitada, y la impulsó para que reflexionara sobre lo que significaba ser mujer, trabajo del que surgió El segundo sexo.

Cuando el filósofo murió, el 15 de abril de 1980, Beauvoir asistió al funeral masticando pastillas de válium, entre las 5 mil personas que acompañaron el cortejo fúnebre a Montparnasse.

Al día siguiente la encontraron delirando debido a una congestión pulmonar.

"Su muerte nos separa. Mi muerte no nos unirá", escribió. Pero se equivocó: sus cenizas están enterradas junto a las de Sartre en Montparnasse.



miércoles, 15 de octubre de 2008

Shhh!?


Las mujeres tenemos un sentido de la privacidad muy difuso. Mientras los hombres apenas si le dicen a sus amigos que estan saliendo con una chica, nosotras vomitamos toda la información luego de la primera salida. Entre amigas, las confidencias viajan como un malón de indios borrachos que van a saquearlo todo. Hablamos tanto, que destruimos el tabique de intimidad que separa a la una de la otra. Somos como dos celulares con bluetooth, como un extenso túnel que nunca dobla, como una cuadra de casas sin medianera.
Si bien los hombres conocen esta debilidad, no se imaginan al grado de indiscreción al que podemos llegar. Ignoran que esa amiga que viene a casa tan seguido sabe absolutamente todo sobre ellos. Que conoce todos sus movimientos en la cama como si los hubiera espiado. Que sabe que cuando eran chicos se tocaban con sus primas y jugaban con las muñecas de sus hermanas. Ignoran que a esa amiga se le desprendió la laringe de tanto reirse cuando supo que lloraron con Bambi y con la despedida de los almuerzos de Mirtha Legrand; que los detesta porque nos dejaron plantadas o nos hicieron llorar, y que nos aconseja que los dejemos cada vez que le contamos la última estupidez que hicieron.


martes, 14 de octubre de 2008

Top Ten

Primer Secreto:

Es importante encontrar un hombre que comparta con vos la responsabilidad, las tareas del hogar y obviamente que tenga un buen trabajo.

Segundo Secreto:

Es importante encontrar a un hombre alegre, que disfrute bailar y te haga reír.

Tercer Secreto:

Es importante encontrar un hombre tierno de quien se pueda depender afectivamente sin que por ello subordine y además, que no mienta.


Cuarto Secreto:


Es importante encontrar a un hombre que sea muy buen amante y que adore tener sexo con vos.



Quinto Secreto
:

Y es muy pero muy importante que estos cuatro hombres NO se conozcan entre sí!!!


jueves, 9 de octubre de 2008

La sencillez


Hablamos hasta ahora de nosotras y nuestros secretos.
Miren lo que encontré curioseando en internet sobre los secretos masculinos !?

http://www.secretosdelhombre.com/

Simpleza eh! Habrá que aprender ?


martes, 7 de octubre de 2008

Ups!

Afirman que el hombre guarda mejor los secretos que la mujer

Una reciente encuesta hecha en el país muestra que casi el 50% de los hombres asegura que sabe cerrar bien la boca, y que sólo el 10% de las mujeres se reconoce esa virtud. Para los hombres, los mejores secretos son sobre infidelidades.

Por Mariana Inglesias, publicado en Clarin.com en julio del 2008.-

Parece que el sexo femenino no es el más confiable para guardar secretos. Lo dicen los hombres y ellas lo admiten sin muchas vueltas. Al menos es lo que sostiene una reciente encuesta, que muestra que mientras casi el 50 % de los hombres asegura que sabe cerrar muy bien la boca si la situación lo amerita, sólo el 10 % de las mujeres se reconoce poseedora de esa virtud.

"Los secretos y el manejo de la intimidad" se llama el trabajo en el que participaron cien hombres y otras tantas mujeres de 18 a 40 años. Sabemos que hay tantos secretos como círculos de convivencia: familiares, amigos, pequeñas y grandes organizaciones. Los secretos son una panacea a la gran aspiración de conocimiento que nunca llega a satisfacernos del todo. Tener una porción de información que podemos manejar a nuestro arbitrio es una vivencia especial , dice Eduardo Sallenave, de la agencia de publicidad Draftfcb y autor del informe.

Los participantes relacionaron los secretos con palabras como confianza (algo que se comparte sólo con gente cercana) confidencialidad (que queda entre pocos) privacidad (algo personal que no se comparte con nadie) descarga (que provoca alivio al contarlo), e intimidad (cuestiones de la vida personal). La conclusión principal es que ambos sexos coinciden en que los que mejor guardan los secretos son los hombres. Otra respuesta contundente es que el 40 % de las mujeres reconoce que no es confiable para guardar secretos.

Qué tipos de secretos son los más valorados A las mujeres les gustan más los que tienen que ver con las amistades, mientras que ellos prefieren los sexuales. De hecho, los hombres son los que más están de acuerdo en que los mejores secretos son los relacionados con las infidelidades. Los que están parejos son los chusmeríos laborales. Otra coincidencia es que unos y otros rechazan la idea de amenazar a alguien con contar un secreto. Un dato interesante es que casi el 40 por ciento de los varones admitió que alguna vez usó el famoso recurso de tengo un amigo que para contar algo que en realidad era propio.

Dos especialistas mujeres consultadas por Clarín estuvieron de acuerdo con estos resultados, y explicaron por qué. Para la psicóloga Beatriz Goldberg, autora de Soy mujer y qué , de por sí el hombre cuenta muchas menos cosas que las mujeres. Ni siquiera en reuniones de amigos íntimos el hombre cuenta verdades de sí mismo. En cambio la mujer es más abierta con su intimidad. A sus amigas les cuenta todo sin dudar, pero también es capaz de contarle sus cosas al peluquero o al taxista . Para Goldberg, esta reserva masculina tiene que ver con que a los hombres les cuesta más mostrar sus debilidades y hablar de cuestiones afectivas. Por ende, si está más acostumbrado a ser reservado, es más fácil saber guardar secretos propios y ajenos .

Para Cristina Castillo, psicoanalista del Centro Dos, los varones tienden a contar menos cosas porque hay muchos temas que los minimizan o no le dan ninguna importancia, mientras que la mujer es mucho más detallista. Y da el ejemplo de una fiesta, y de todo el material de conversación que puede sacar una mujer de allí en comparación con el hombre: La mujer ve detalles, mientras que el hombre es más bien global .

Y las dos coinciden en la mayor reserva de las mujeres en temas sexuales: Si una mujer tiene un amante es probable que no se lo cuente ni a su mejor amiga. Los hombres sí, no tienen problema con eso y además dejan más señales, son mucho menos cuidadosos , dice Castillo. Para Goldberg, el interés de los hombres por los secretos sexuales tiene que ver con que los usan para medir resultados ajenos con ellos mismos .



lunes, 6 de octubre de 2008

Literatura Japonesa

(Fragmento del prólogo de "El libro de la almohada" de Sei Shônagon).
Con posterioridad a los siglos VII y VIII, caracterizados por los préstamos culturales chinos, se inicia en Japón el período Heian (794-1185), recordado por su esplendor y considerado unánimemente como la época clásica de la literatura japonesa. La capital recibió el nombre de Heain-zô - literalmente "ciudad de la paz y la tranquilidad"-, y su planta cuadrada copiaba la de la capital de la dinastía china Tang. El ideal estético de los nombres era el furyû (cuya remisión etimológica nos lleva al término chino feng-lin) que ya aparecía en la poesía Tang combinando dosis adecuadas de alcohol, lirismo y mujeres, y cuyo representante más conocido fue el famoso poeta chino Po Chü-i (772-846), de la dinastía Tang media.
Se trataba de una concepción hedonista y epicúrea de la longevidad y salud, con mujeres de larga cabellera y seres carnosos de rozagantes mejillas.

Una teoría para la vida pública, otra teoría para la vida privada, según conveniera: confuciano (1) frente a los otros y taoísta (2) para los íntimos fue una de las normas de los nobles de Heian.


Curioso y reflexivo resulta aplicar esta teoría en nuestra vida no? Es una buena combinación de ambas la que nos lleva a encontrar el equilibrio y perdurabilidad de los vínculos.
Me pareció algo bueno para compartir y comenzar la semana ( al menos les dejo una nueva inquietud para apoyar en la almohada esta noche).



1. El confucianismo a veces también llamado confucionismo, es el conjunto de doctrinas morales y religiosas predicadas por Confucio. El confucianismo ha ejercido una gran influencia sobre China, Corea, Vietnam y Japón. Fue la religión oficial de China hasta el siglo VII. El canon de la filosofía confuciana lo componen los Cuatro Libros. Los confucianos ven al cosmos como algo armónico que regula las estaciones, la vida animal, la vegetal y la humana. Si esta armonía era trastornada, habría graves consecuencias. Un ejemplo común que utiliza el confucianismo es el del mal gobernante que conduce a su pueblo a la ruina mediante su conducta.
2.
El taoísmo, palabra derivada de un caractér del idioma chino que se lee Tao o Dao (Romanización en Pinyin). Éste termino, a menudo suele ser interpretado como "vía" o "camino", más bien podría entenderse como "intuición, sensibilidad, espontaneidad, vida" o de manera más abstracta como "sentido".


viernes, 3 de octubre de 2008

Mejor no saber


Cuando se tiene una relación de pareja, hay muchas interrogantes que surgen frente al comportamiento del otro, ya sea antes o durante el tiempo que han compartido juntos. Aunque, puede que ellos respondan todo, creo que hay muchas cosas de las que no quieres enterarte.

Corazón que no ve, corazón que no siente, dice el dicho, y es verdad, sobre todo cuando sabemos que las mujeres somos incapaces de olvidar y que, aunque un mal comportamiento haya sido cometido en una relación anterior, lo viviremos como nuestro y lo sacaremos en cara cada vez que se presente la oportunidad.

Si no nos involucra directamente, para qué saberlo entonces, una actitud sana frente a la relación es por lo que mejor podemos optar, además para ellos son cosas del pasado, sin importancia y es probable que no tengan pelos en la lengua para contarte, incluso con detalles.

Acá van las 6 preguntas que toda mujer quiere conocer, pero que es mejor no saber

1. ¿Ha hecho el amor con su pareja pensando en otra mujer?
2.
¿Ha fingido placer en la cama , cuando en verdad no ha sentido nada?
3. ¿Ha sido infiel a su pareja en relaciones anteriores?
4.
¿Ha tenido fantasías sexuales con su mejor amiga?
5.
¿Ha tenido fantasías sexuales con compañeras de trabajo?
6.
¿Hay algo sobre su pasado sexual que yo no sepa?



jueves, 2 de octubre de 2008


El gran intelectual del amor, Richard Runner, dice en uno de sus más famosos tratados:


“Las personas que van por el mundo queriendo enamorarse se pierden el amor porque pasan muy rápido y, además, engordan de ansiedad”.


Yo creo que es una frase estúpida, pero a veces la estupidez resulta reveladora.

Vean esta comedia imperdible: "Manuale d´amore". actualmente en cines.




miércoles, 1 de octubre de 2008

2046 - Los secretos del amor


"2046", Hong Kong, China, Francia, Alemania, Italia, 2004, 129’, dirigida por Wong Kar-wai, con Tony Leung, Zhang Ziyi, Gong Li, Takuya Kimura, Faye Wong, Carina Lau, Chang Chen.

El personaje que hacía Tony Leung en "Con ánimo de amar" se ha convertido, pocos años después de aquella incompleta historia de amor con Maggie Cheung, en un Don Juan descreído y cínico, un melancólico sin énfasis, que quiere a las mujeres para tener sexo y no pasar solo las navidades. Esta base argumental es la excusa para el desfile de un seleccionado de bellezas femeninas orientales que te la voglio dire. También para que WKW despliegue a lo largo de más de dos horas su inacabable maestría para su estilización visual y sonora. Hay que ver si detrás de esta deslumbrante suerte de "Lo mejor de WKW" hay algo más profundo o si se trata de puro placer sensorial (lo cual no sería poco, claro). Hay también una creación literaria futurista con androides que resiente un poco la sensación global de la película.