domingo, 27 de septiembre de 2009

Caballero si, machista no.

Estudiaste para tener una carrera profesional, tenés un trabajo que te permite mantenerte sola, tenés tu casa, tu auto, tu ropa, tus viajes. Terminás de trabajar y vas al gimnasio o corrés 5 km por día. Vas a un curso, a teatro. Cuando te queda un día libre te repartís entre tus amigos y tu familia. Aparte, sabés cocinar, podés elegir un buen vino, hablar de política y economía…. Pero ... estás sola y cada vez más escuchás frases de este estilo: ¿Cómo es que una chica linda, independiente y agradable está sola?

Los hombres fingen buscar una mujer independiente, cuando en realidad lo que buscan es alguien que necesite de ellos para tomar decisiones, que les resalte el ego y no los opaque, ni los haga sentir inferior.

La autosuficiencia femenina es un tema tabú, que en el fondo genera más desprecio e incógnitas que admiración.“Quién se cree que es”, “feminista”, y cantidad de frases por el estilo que van desde la tímida defensa de las murallas masculinas hasta la más feroz estrategia de ataque.

Claro, que una tiene que aprender las reglas para comportarse si tiene una cita: él debe pagar no importa cuan exorbitante sea la cuenta (ojo, en las eternas contradicciones que tienen igual quieren que saques la billetera y aunque sea amagues); no debés tomar la iniciativa; no debés conocer ningún telo; debés dejar que te pase a buscar él con su auto, dejar que te maneje en la cama; tomar daikiri, vino, Baileys, no whisky o vodka puro; leer la Cosmopólitan y siempre dejarlo ser la estrella.

Hay que delimitar el impreciso contorno entre el machismo y la caballerosidad, tras la cual se defienden en cualquier batalla, porque una nos ahoga y la otra nos realza y nos encanta.

Son muy pocos aquellos hombres que se atreven a atravesar el laberinto de los prejuicios de la mano de una mujer autosuficiente al lado y encontrar la salida. Un amigo siempre me dice. “dejá de leer Nietzsche
en la playa, llevate la Para ti, y escondé el libro atrás de la revista, hacete la boluda, decí que sos empleada, poné cara de nada, y así vas a conseguir un novio”.

Los hombres quieren que los necesites, porque les cuesta entender que "la mejor pareja es la que se elige". La que comparte y no compite. Porque en palabras de ese mismo amigo que está casado con una mujer brillante: “lo que no se dan cuenta los hombres, es que con una mujer inteligente, todo es más fácil”.
Porque hay más entendimiento, menos posesión, más libertad. Porque cada uno tiene su vida independiente y "se juntan para compartir lo que quieren y no lo que deben".

Así que, en cada uno de nosotros está la decisión.
Para conseguir uno de estos hombres que tanto abundan, parece que la solución es hacerse la boluda. Engañarlos hasta que caigan. Y cuando estén muertos de amor, poner ovarios y sacar la mujer que hay en vos.

Y si no… tener todo el tiempo esos mismos ovarios para ser la mujer profesional, agradable, independiente que llegaste a ser, hasta que llegue aquel hombre de los que no abundan y por eso son tan difíciles de encontrar, que te descubra, te admire, y te quiera sin engaños por lo que de verdad sos.

(Nota extraída de http://antologiafemenina.blogspot.com/)


domingo, 20 de septiembre de 2009

El primer movimiento

La llegada de la Primavera siempre nos remite a palabras como: amor, seducción, novedad, renovación, exterior, vitalidad.
Los chinos llaman a la primavera, "Primer Movimiento".

Con ésta escena de "Before Sunrise" le damos la bienvenida!.

¡FELIZ PRIMAVERA!

domingo, 13 de septiembre de 2009

Amor: significado y significante


Infinitamente errados, todavía creemos que una "gran historia de amor" consiste en pelearse y reconciliarse,
separarse, traicionarse y perdonarse o existir de a tres.
En el fondo, creemos que el amor con todas las letras debe ser complicado o imposible, y que los hombres y mujeres que valen la pena son aquellos que nos provocan llorar.
Equivocados, nos lastimamos persiguiendo la crudeza, la pasión descontrolada, las palabras duras y el conflicto interior.


Pero la felicidad no llega hasta que comprendemos (y/o afortunadamente experimentamos) que el amor es la calma, el equilibrio y la rutina, la complicidad del tiempo, los gestos, la presencia incondicional y la memoria compartida.


Todos los días, cuando alguien cree que el amor es cualquiera de nosotros tirando ropa por la ventana o dando un portazo con resignación, otro amor se muere.

domingo, 6 de septiembre de 2009

¿Qué les pasa a los hombres?



Cuatro interrogantes claves para empezar a entender los cambios en el universo masculino.

El 38 % de las mujeres afirma que los hombres no quieren comprometerse

Las mujeres de 30 vimos nacer la píldora y empezamos a compartir la crianza de los hijos con el hombre. Ganamos nuestra plata, somos consideradas como pares de los hombres en los puestos de alto nivel del mundo corporativo y no necesitamos casarnos y tener hijos para ser respetadas socialmente.
Estamos antes un desafío enorme: cómo manejar ese poder y esa independencia sin que parezca una mala imitación del liderazgo masculino.
Las mujeres demostramos una arrogancia combativa que deja a los hombres fuera de juego o sólo como proveedores.
Si aparentamos tenerlo "todo", si el hombre no puede aportarnos nada, ellos se descolocan.
La imagen del varón superpoderoso es una ficción que quieren sostener para no sentirse menos. Los hombres no se comprometen porque necesitan ocultar su "no-poder" a través de la huida.
Históricamente ellos están programados para poder con todo y frente a esta nueva mujer que también "puede" se sienten perdidos. Lo que busca un varón a la hora de comprometerse es encontrar un espacio de intimidad. Espera recibir esa necesidad primaria, es decir, respeto y apreciación. Espera recibir, en esencia, amor. Tan simple y tan complejo como eso.

El 19 % de las mujeres sostiene que los hombres no nos contienen.
El hombre sabe contener a su manera, que no es la nuestra y menos la que muchas veces esperamos. Los hombres están educados para ganar, ser exitosos, no piensan tanto en la necesidad del grupo y ponen su foco en un objetivo concreto (ganar plata, terminar una carrera, hacer un buen negocio, cumplir su vocación). Un hombre no puede ocupar todas las posiciones en el tablero de nuestras necesidades, y probablemente, hacerle notar eso permanentemente, ese "no-poder" lo frustre, lo enoje y todo gire en un círculo vicioso de reclamo.
Las mujeres que aceptan el tipo de contención que ofrece el hombre, son las que logran mejores resultados. Puede ser más breve de lo que quisiéramos, más fría, más dura o más distante. Se podría comparar con la manera en que el hombre cuida de sus hijos cuando está sólo con ellos. (por ejemplo, una madre le pregunta a su hijo si el sueter le pica , haciendole notar que el sueter además de abrigar puede picar. En cambio el hombre cumple su objetivo: abriga al chico sin importar más).
Si uno toma lo que recibe del otro como una ayuda, le alcanza siempre. Si por el contrario, uno espera que el otro solucione sus dificultades y carencias, siempre va a sonar a poco.

Para el 27% de las mujeres, los hombre mienten.
Cuando un hombre miente u oculta información a su pareja, generalmente es porque no soporta ver el modo en que la mujer expresa su sufrimiento. La fantasía masculina por excelencia es acostarse con la mayor cantidad de mujeres posible, pero también saben que la garantía de intimidad y entrega viene estando sólo con una. La queja más común del hombre con problemas de pareja es la de no sentirse querido. Para ser amado por una sola persona siempre hay que renunciar a algo, y el que no renuncia, miente o manipula. Mentir es otra máscara de la huida masculina, una salida inconsciente a la dificultad de comprometerse hoy en día, y una manera elegante de que nadie salga herido.
Sin embargo hoy en día lo que vale es la vida real, la honestidad. En el peor de los casos, lo que puede pasar es que se descubra una mentira y tengas que decidir si separarte o perdonar.

Para el 15 % los hombres piensan a corto plazo.
Es muy común escuchar a una mujer decir: "los hombres no saben proyectar a futuro". La verdad es que ellos piensan a corto plazo en las cosas que las mujeres pensamos a largo plazo, y viceversa. En lo referente a sus carreras, su trabajo, sus hobbies, son perfectamente capaces de pensar en resultados a treinta años. Pero no necesitan de la imagen de una mujer a su lado por el resto de la vida. No es que ellos piensen en el futuro con "otra", sino que simplemente no piensan en su futuro amoroso. Por otra parte, el hombre no tiene la limitación biológica que sí corre para las mujeres a la hora de tener hijos. Para ellos no es necesario tenerlo a los treinta, pueden perfectamente "sentar cabeza" a los 50.
La mujer que quiere ser madre se pone muchas veces en lugar de "cazadora" y lo cierto es que no todas vamos a casarnos. Hay que tener un plan B, un proyecto propio que no dependa del compromiso que podamos armar con un hombre.

Conclusión:
Si dejamos de ser las "nuevas poderosas" seguramente ellos dejen de ser los "nuevos pobres" y oculten menos sus debilidades con mentiras, huidas y falta de compromiso.

Y los hombres ... ¿qué opinan de los resultados de la encuesta?

(Nota extraída de la revista Oh La Lá!, setiembre 2009)