lunes, 5 de enero de 2009

Confesión de almohada














Quisiera compartir mis lágrimas contigo
sentarme una vez más a conversar
aunque crea que mis palabras se las llevará el viento
aunque crea que nunca vas a cambiar.

Quisiera que hablásemos de lo que quisimos
de ese hombre perfecto, de esa mujer ideal
y recordemos por qué fue diferente lo que vivimos
que no te quede ni una mentira, que te cuente por fin mi verdad.

Quisiera que dejásemos por un instante nuestros egos
y esta competencia de quién hiere más...

Quisiera decirte que con todo, te quiero
para mi bien o para mi mal
acariciarte tiernamente el cabello
y con tus ojos volver a jugar.

Quisiera, muchas cosas quisiera
recostada en esta almohada que mis sueños ha de soportar
para que en mi pecho duela menos
y mi mente no se acuerde que te he de olvidar.

Fuente http://confesionesdetrasdeunvelo.blogspot.com/


1 comentario:

Anónimo dijo...

con la cesta de aceitunas a cuestas, recorriendo la finca, esquivando en lo posible los azotes del latigo, que en su embriaguez esgrimen lujuriosos el ama y el amo...